Publicado el 14-09-2025 en La Voz del Interior
De Maradona a Vaca Muerta, el problema del dólar en Argentina
Por Gustavo Scarpetta (*)
Un tipo de cambio bajo genera “boom” de importaciones y turismo emisivo, generando una situación difícil de sostener en el tiempo. Una cotización alta provoca desagrado en el votante.
Boca Juniors adquirió a Diego Maradona a préstamo por U$S 2,5 millones en efectivo y el pago de deudas de Argentinos Juniors por U$S 1,1 millones y a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) de U$S 400 mil. Sería similar a un equipo argentino deteniendo la venta de Franco Mastantuono y pagando el préstamo.
Aquello fue en febrero de 1981. River Plate, para no quedarse atrás después del espectacular inicio de Maradona en la Bombonera, decidió traer a Mario Alberto Kempes, pase que concretó el 12 de marzo de 1981 -sólo 20 días después de lo de Diego-. Para poner contexto, Kempes venía de hacer 22 goles en 32 partidos y era -aún es- el máximo ídolo del Valencia. Sería como haber comprado al mejor Lionel Messi al Barcelona. Todo eso posibilitó un dólar superatrasado.
A esa época se la denominó “Plata Dulce” y hasta se filmó una película con ese nombre. También quedaron de esa época frases como “Deme dos” y los viajes a Miami.
Los atrasos de tipo de cambio en Argentina siempre han sido similares: bajan la inflación, promueven las importaciones, debilitan las exportaciones y generan un cimbronazo en su final. En 1980 y 1981, ambos años hubo déficit comercial. Guardamos, para otra columna, la historia de Palito Ortega y Frank Sinatra en la misma época.
Esa es una diferencia con la situación actual, donde hay superávit comercial en la balanza de bienes. Aunque hay reservas débiles y rojo en la cuenta corriente. El ministro de Economía, Luis Caputo, aconsejó que si veían el dólar barato compraran y fueron 1,3 millones de argentinos los que compraron por U$S 5.432 millones en julio; también fueron U$S 14.719 millones desde abril, cuando el Gobierno decidió la salida del cepo para particulares.
¿Dólar alto o dólar bajo?
El dólar ha sido y seguirá siendo una de las variables clave. Roy Hora y Pablo Gerchunoff en su libro Moneda al aire, plantean casi un laberinto sin salida para la moneda estadounidense en Argentina.
Un tipo de cambio bajo genera un boom de importaciones y turismo emisivo, que no puede ser financiado y pronto debilita las reservas, lo que obliga a salir de este esquema. Promueve las importaciones y debilita las exportaciones.
Por el contrario un tipo de cambio alto, estimula las exportaciones y genera una protección extra en las importaciones, pero no es agradable para el votante.
Intentando resumir a Gerchunoff, la clase media quiere dólar barato y los políticos se lo daban hasta que se arma quilombo y después la oposición le da dólar caro a las clases populares, creando empleo.
Al respecto, Gerchunoff dice que “el tipo de cambio real alto es un sustituto de la reforma laboral. Y además es una forma de, a la inversa, resolver el problema fiscal”.
Durante todo el proceso democrático el tipo de cambio se atrasó y hubo distintas situaciones para su corrección. Algunos devaluaron y generó un salto inflacionario, Cristina Fernández y Amado Boudou implementaron el cepo para evitar la compra por ahorristas en 2011 y luego fueron ampliando restricciones, laberinto del cual aún no se puede salir.
Mauricio Macri tenía un tipo de cambio muy atrasado en 2017 cuando ganó las elecciones de medio término. Ese dólar generó el mayor déficit comercial de la historia. A pesar de ganar, no lo corrigió y el mercado se encargó de corregirlo en abril del 2018, lo que implicó un nuevo gran préstamo al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Cuando los economistas indicaron que el tipo de cambio estaba atrasado, el actual Gobierno y el presidente Javier Milei los tildaban de “mandriles”. Una escena, que puede quedar en la historia, es todo el equipo económico gritando “flota” en un programa de streaming. Intervinieron vendiendo casi U$S 600 millones en la semana antes de las elecciones bonaerenses y también influyen mediante tasas altas para que la gente se queden en el plazo fijo y no vayan al dólar.
Es cierto que el equipo económico y muchos seguidores explicaron que esta vez sería distinto. Cuando se les preguntó por qué, la mayoría apuntó a los dólares de Vaca Muerta y la minería. Los fantásticos U$S 30 mil millones que los titulares de los diarios aseguran que exportará Vaca Muerta advierten también que ese monto será en 2030. O sea que hay que tender un puente hasta entonces.
La otra fundamentación es el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (Rigi). Pero cuidado, porque este régimen tiene una flexibilidad para traer divisas: sólo es obligatorio plenamente en los dos primeros años. En el tercer año, se puede disponer libremente del 20%, en el cuarto el 40% y del quinto en adelante la disponibilidad es del 100% para ingresarlas o no.
En Argentina, el dólar es una de las principales reservas de valor, y la única forma de eludir eso es generando confianza durante mucho tiempo.
El costo de la desconfianza genera una demanda extra en nuestro país que es muy difícil de absorber. ¿Cuántos dólares generamos cada argentino? Al obtener cuánto exportamos por habitante en bienes y servicios, Argentina exporta U$S 2.120 por habitante, contra U$S 5.616 de Chile o U$S 16.150 de Australia.
Nuestra herencia cultural –totalmente entendible– de ahorrar en dólares crea una demanda adicional que empuja más su cotización. ¿Puede cambiar eso en el corto plazo?
Hasta el 26 de octubre
La inflación en agosto fue de 1,9% y de 19,5% en lo que va del año. Es el gran activo del Gobierno camino a las elecciones de octubre. Otra buena noticia es que poselecciones el dólar subió pero sin tocar el techo de la banda.
Deberá jugar todas las fichas para mantener el dólar quieto y repetir un índice similar a mediados del mes próximo.
Economistas como Martín Redrado o Daniel Artana estiman que habrá estrés cambiario más cerca de las elecciones. Será una lucha entre el colchón de la gente y el colchón de reservas. Este último no fue tan grande como podría haber sido, porque Caputo y compañía decidieron comprar recién cuando el dólar llegara a $ 1.000.
El dólar cierra la semana casi en el borde de la banda superior, mientras algunos bancos suben y otros bajan la tasa de los plazos fijos. Queda mucho aún para el 26 de octubre y es probable que deba salir a vender para defender el techo autoimpuesto.
Del 26 al 2026
En el excelente coloquio que organizó la Unión Industrial de Córdoba (UIC), se realizó una encuesta en donde dio que más del 70% veían escenarios buenos en el futuro, divididos entre positivo o muy positivo.
Días atrás, el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Martin Rappallini, afirmó que hay sectores cuya actividad cae 15% y que se pierden casi 1.500 empleos por mes.
Dicho evento fue anterior a las elecciones del 7 de septiembre pasado, pero en la charla que organizó La Voz el miércoles pasado, el consultor Teo Zorraquin preguntó cómo era el escenario futuro que veían y el 80% del auditorio eligió entre un escenario positivo o muy positivo.
Algunos sectores vuelan -como la venta de autos y el turismo emisivo- y otras están cayendo al sótano. Los economistas se encargan de decir que los salarios privados formales han venido recuperando poder adquisitivo: el análisis de la gente es diferente según del lado de la grieta donde está.
Cada dólar que se gaste de acá al 26 de octubre serán dólares que falten para pagar los U$S 19 mil millones en vencimientos de deuda que nos esperan en 2026.
Es un largo trecho hasta octubre. El ministro Caputo afirmó que necesita un riesgo país en descenso para poder refinanciar los vencimientos del año próximo y que compró dólares en este último período pero fueron usados para pagar deuda. ¿Qué pasaría si el resultado electoral no permite una baja del riesgo país?
En mi anterior columna, focalicé en que los dos escenarios políticos -derrota o victoria del Gobierno- marcarían el escenario económico de los próximos meses. Luego del resultado del 7 de septiembre, queda claro que las elecciones de octubre marcarán el rumbo económico del año próximo.
(*) Docente de la UNC, de la UCC y de la US21.
Medio Publicado: La Voz del Interior
Temática: UCC
Autor/Redactor: Gustavo Scarpetta
Fecha de Publicación: 14-09-2025