Publicado el 11-06-2025 en Cadena 3

El padre Viola, de Hogares de Cristo: “Somos una sociedad productora de adictos”

El titular de la Pastoral de Adicciones de la Iglesia Católica de Córdoba dijo a Cadena 3 que hay un gran aumento de la oferta de drogas. Consideró que las causas del consumo son la pérdida del sentido vital y de la comunidad.

El padre Pablo Viola, titular de la Pastoral de Adicciones de la Iglesia Católica de Córdoba, ofreció este miércoles una profunda reflexión sobre el crecimiento desmedido de las adicciones en los barrios más vulnerables, el rol de los Hogares de Cristo en el acompañamiento de las personas afectadas y una crítica contundente a una sociedad que, según él, se ha convertido en “productora de adictos”.

En una entrevista con el ciclo "La Argentina, hoy" de Cadena 3, Viola compartió su experiencia de más de una década trabajando en el territorio y delineó los desafíos que enfrenta la comunidad frente a esta problemática.

Un problema que se multiplica

El padre Viola, quien asumió la coordinación de la Pastoral de Adicciones en 2013 por pedido del entonces arzobispo Carlos Ñañez, destacó que las adicciones han experimentado un “crecimiento exponencial” desde la pandemia. “No es como antes que había uno o dos vendedores. Hoy hay una diversidad de oferta”, señaló, refiriéndose a la proliferación de drogas como el “pipazo” (similar al paco en Buenos Aires), una sustancia altamente adictiva, que destruye rápidamente a quienes la consumen, especialmente a jóvenes en situación de vulnerabilidad.

El sacerdote, que trabaja en la parroquia Jesucristo Salvador del Mundo, en la zona sur de Córdoba, describió cómo las drogas se han abaratado, volviéndose accesibles incluso para quienes viven en la extrema pobreza. “Cualquiera puede acceder a la droga hoy”, afirmó, destacando que este fenómeno está intrínsecamente ligado al aumento de la delincuencia. “Muchos delitos, como robos o arrebatos, tienen como origen la necesidad de conseguir dinero para consumir. Es un círculo vicioso: para robar, hay que drogarse, y el mismo vendedor termina comprando lo robado”.

Los Hogares de Cristo, un refugio para los más vulnerables

Los Hogares de Cristo, una red nacional impulsada inicialmente por los curas villeros en Buenos Aires, son el eje del trabajo pastoral del padre Viola. Estos espacios, nacidos en las villas porteñas bajo la inspiración del entonces arzobispo Jorge Bergoglio, buscan “recibir la vida como viene” y acompañar “cuerpo a cuerpo” a personas afectadas por el consumo de drogas y la exclusión social. En Córdoba, la red cuenta con cinco hogares, incluido el Espacio Puente Escuela Brochero, coordinado por Viola.

“No ponemos requisitos, no cobramos, no juzgamos. Acogemos a todos, especialmente a los más rotos, aquellos que han perdido lazos familiares y comunitarios”, explicó. Los hogares reciben tanto a personas en situación de calle que buscan ayuda –a veces sólo un plato de comida–, como a familias desesperadas por encontrar soluciones para sus seres queridos.

Viola destacó que, en los últimos años, ha aumentado el número de jóvenes que se acercan directamente, atraídos por el clima de comunidad y familia que ofrecen estos espacios.

El trabajo en los Hogares de Cristo se basa en un enfoque de “umbrales”, donde se proponen objetivos simples y alcanzables a corto plazo, para que las personas puedan avanzar paso a paso en su recuperación. “Hemos visto un alto nivel de adhesión a este proceso. Cada vez más chicos sostienen el camino, pero la demanda supera ampliamente nuestra capacidad de respuesta”, lamentó el sacerdote, señalando el “cuello de botella” que enfrentan debido a la magnitud de la problemática.

Una sociedad “productora de adictos”

Para Viola, el aumento de las adicciones no es sólo un problema de oferta de drogas, sino un reflejo de una sociedad que ha perdido el sentido de comunidad y de propósito. “Vivimos en una sociedad productora de consumidores, no sólo de drogas, sino de todo tipo de adicciones. Es una cultura que ofrece vías de escape para no enfrentar la realidad”, afirmó.

Esta pérdida de sentido existencial y comunitario, sumada a la tolerancia social hacia el consumo –como la aceptación del uso recreativo de marihuana–, dificulta aun más el trabajo de prevención y recuperación.

El sacerdote también criticó la falta de una respuesta estatal adecuada. Aunque reconoció el aporte de Sedronar, que subsidia iniciativas de la sociedad civil como los Hogares de Cristo, señaló que “todo queda chico” frente a la escala de la pandemia de adicciones. “El Estado debe asumir la problemática con presupuesto y una planificación que articule a todos los actores. Es una obligación moral”, sostuvo.

Sin embargo, insistió en que la solución no puede recaer únicamente en el Estado: “La comunidad debe organizarse, porque donde no hay presencia de la iglesia, el club, la escuela o el dispensario, el narcotráfico copa el territorio”.

En ese marco, subrayó la necesidad de un "debate serio sobre el rol del Estado".

Un llamado a la acción

El padre Viola invitó a la sociedad a participar en el Congreso Arquidiocesano de Pastoral de Adicciones de Córdoba (CAPAC 2025), que se realizará los días 24 y 25 de junio en la Universidad Católica de Córdoba. “Es un espacio abierto para reflexionar sobre esta problemática y buscar estrategias colectivas”, explicó. Los interesados pueden inscribirse a través de la página web oficial del evento.

Además, alentó a quienes deseen colaborar o buscar ayuda a acercarse a los Hogares de Cristo. “En la página de Familia Grande Hogar de Cristo encontrarán información sobre los centros en todo el país. En Córdoba, tenemos cinco hogares listos para recibir a quien lo necesite”, afirmó.

Una luz de esperanza

A pesar del sombrío panorama, Viola destacó que los Hogares de Cristo son “luces de esperanza” en medio de la crisis. Su enfoque, basado en la reconstrucción de la comunidad y en devolver un sentido de vida a quienes lo han perdido, está dando resultados.

Sin embargo, el desafío es enorme y requiere un esfuerzo conjunto de la sociedad civil, el Estado y las comunidades religiosas para enfrentar una problemática que no para de crecer.

Antes de despedirse, Viola recomendó dos lecturas para quienes buscan inspiración: "Los Miserables", de Víctor Hugo, una obra que retrata la lucha humana en contextos de marginalidad, y "Evangelii Gaudium", la primera encíclica del papa Francisco, que invita a vivir con alegría y compromiso el Evangelio en el mundo actual.

Con un mensaje claro, el padre Viola dejó en evidencia que las adicciones no son sólo un problema de salud pública, sino un síntoma de una sociedad que necesita recuperar su sentido de comunidad y propósito para construir un futuro más esperanzador.

Medio Publicado: Cadena 3

Temática: UCC

Autor/Redactor: Sergio Suppo

Fecha de Publicación: 11-06-2025