Cecilia Carpinella

En el marco del Día internacional de la mujer y la niña en la ciencia conversamos con Cecilia Carpinella, doctora en Ciencias Químicas, docente, Investigadora principal del Conicet y directora del Centro de investigación y Desarrollo en Inmunología y Enfermedades infecciosas (CIDIE) de doble dependencia entre el Conicet y nuestra Universidad.

La línea de investigación en la que trabaja se basa en la búsqueda de compuestos obtenidos a partir de plantas con fines farmacológicos. Entre ellos, buscan compuestos con actividad antitumoral, no solo citotóxica sino también inhibidores de bombas de resistencia multidroga que dan lugar a fallas en las quimioterapias. También trabajan en la identificación de compuestos antibacterianos con una especial mirada al control de bacterias resistentes y de entidades químicas inhibidoras de bombas transportadoras de drogas en hongos y de enzimas que están asociadas a diversas enfermedades.

¿Cuáles son las principales trabas a las que se enfrenta hoy la mujer científica?

En mi caso particular fue un gran obstáculo hacer ciencia siendo mujer, aunque evidentemente nuestro tiempo está limitado. La mujer científica requiere mayor esfuerzo y dedicación, pero los logros dan muchas satisfacciones. El mismo hecho de ser madre muchas veces limita los tiempos, lo que hace que la tarea requiera un doble esfuerzo, por tanto, menos horas de descanso y más luchas. Ambos trabajos son realmente importantes y se pueden hacer en paralelo, pero exigen un mayor sacrificio.

La carrera científica tiene altibajos, momentos buenos y malos a lo largo de toda la trayectoria. Cuando se publica un trabajo; o ingresa alguna de las personas con las que trabajamos a una beca o la carrera de investigador; o un experimento da un resultado esperado, es un buen momento y cuando te dicen que no a algo que necesitás para progresar; o los resultados no son satisfactorios, es un momento complicado, pero así es la ciencia. Yo siempre digo que si fuera más fácil alguien lo hubiera hecho antes, así que hay que asumir que hay de los dos momentos.

Lo más apasionante que tiene la ciencia es justamente eso, que no es fácil. Lo gratificante es poder encontrar algo nuevo después de mucho esfuerzo.