Publicado el 19-09-2025 en UCC
El valor del encuentro en la formación docente
Nuestro equipo de investigación aborda la temática centrándose en la dimensión personal y comunitaria, un aspecto muchas veces relegado pero fundamental.
¿Cómo se prepara a quienes enseñarán en las escuelas primarias? Desde la Facultad de Educación de nuestra Universidad, el equipo de investigación liderado por Leonor Rizzi se propuso abordar la pregunta particularmente referida a formación de docentes de las instituciones educativas de nivel primario. Los detalles del trabajo en este diálogo que mantuvimos con la investigadora.
¿En qué contexto surge esta temática?
El proyecto de investigación comenzó en 2022 a partir de detectar la necesidad de fortalecer la enseñanza de competencias vinculadas a la comunicación, las emociones, la empatía, el trabajo colaborativo y la construcción de vínculos.
Estas habilidades, aunque no siempre aparecen de forma explícita en los programas, son esenciales para el ejercicio profesional docente, ya que el acto educativo ocurre, ante todo, en el encuentro con otros: estudiantes, colegas, familias y comunidades.
¿Qué instituciones son las encargadas de la formación docente?
La formación se lleva en diversas instituciones, pero nuestro trabajo se centró en cuatro ISFD (Instituto Superior de Formación Docente) ubicados en distintas localidades de Córdoba: Jesús María, Río Cuarto, Cruz del Eje y La Calera.
A través de una metodología cualitativa, recogimos las experiencias y reflexiones de directivos, docentes y estudiantes.
¿Qué resultados se pueden destacar?
Los resultados muestran que, si bien estas competencias se trabajan en los institutos, el trabajo se realiza de manera dispersa: mediante ejemplos cotidianos, talleres ocasionales o como parte de espacios curriculares transversales. Sin embargo, esta forma de abordaje muchas veces diluye las responsabilidades. Como señalaron algunos entrevistados, “lo que es trabajo de todos, a veces no es asumido por nadie”.
Por otra parte, el campo de las prácticas profesionales se identifica como un espacio clave para el desarrollo de estas capacidades. Sin embargo, los y las estudiantes manifestaron que se enfrentan a situaciones complejas sin sentirse suficientemente preparados, ya que estas temáticas no se abordan de manera anticipada ni sistemática durante su formación. Los datos recolectados permiten afirmar que aún es necesario fortalecer el enfoque institucional en la enseñanza de las competencias personales y comunitarias. Hace falta planificar espacios de formación concretos, sostenidos en el tiempo y articulados con las realidades escolares.
Este tipo de formación no solo contribuye a un mejor desempeño profesional, sino que también prepara a futuros/as docentes para actuar con autonomía, creatividad, pensamiento crítico y capacidad de resolución frente a los desafíos de la práctica pedagógica.
Universidad y formación docente: un compromiso compartido
¿Cómo impactan estos resultados en la comunidad cordobesa?
Resulta clave que desde los espacios universitarios se promuevan investigaciones en diálogo con las instituciones educativas. Esto permite generar reflexión, pensamiento crítico y nuevas propuestas para mejorar la educación.
Además, este tipo de investigaciones pueden aportar insumos concretos a las políticas públicas. Nuestra investigación en particular indica la necesidad de revisar las propuestas curriculares de los ISFD, dar visibilidad a estas competencias, y crear proyectos formativos que las trabajen de manera sistemática. También se propone repensar el uso del tiempo institucional y fortalecer los vínculos entre los ISFD y las escuelas asociadas.
La formación docente no puede limitarse a lo académico o disciplinar. Educar implica construir vínculos, comunicar, trabajar en equipo y entender al otro. Por eso, es urgente dar lugar en la formación inicial a estos aspectos tan humanos de la tarea educativa.
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