Publicado el 05-03-2024 en UCC

Inclusión escolar

Un análisis de las políticas, culturas y prácticas en la escuela primaria y secundaria

Eugenia Yadarola lidera, en nuestra Facultad de Educación, un equipo que trabaja sobre la temática desde 2014. En esta nota reflexiona sobre las políticas de inclusión educativa y su realidad, y hace foco en el contexto de la provincia de Córdoba, pero también en otras localidades argentinas.

¿Cuál es la situación actual respecto a la que se plantearon esta investigación?

Hoy las políticas internacionales reconocen a la inclusión, equitativa y de calidad, como un derecho de todas las personas, en especial aquellas vulnerables, como es el caso de las personas con discapacidad. Ejemplos de ello son la Convención de los Derechos de las Personas con discapacidad (con estatus constitucional en Argentina, ley 27.044/14) y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ONU, 2015). Esto obliga al Estado, las instituciones educativas, a docentes, profesionales implicados, y a las familias, a garantizar que los/as niños/as y jóvenes con y sin discapacidad, aprendan y se desarrollen en el aula y la escuela común. Sin duda, es un gran desafío que requiere revisar políticas, proyectos, estrategias y acciones concretas que se están llevando a cabo.

En mi caso particular, tengo una hija con Síndrome de Down y, en esto de buscar formas de promover su desarrollo, hice mi tesis doctoral en la temática comparando el progreso psicosocial de niños con Síndrome de Down que cursaban es escuelas comunes y especiales. Fue un trabajo longitudinal de cinco años con beca del Conicet. Esto fue ya hace más de 25 años y trabajé con población total de niños con Síndrome de Down en Córdoba. En esa instancia, pude ver cómo aquellos que cursaban en la escuela común aprendían más y mejor en relación a otros que estaban en escuelas especiales. Además, esto también les facilitaba la inclusión en otros ámbitos educativos, y hoy muchos de estos chicos y chicas han transitado su escolaridad común, están haciendo carreras a nivel superior y trabajando en empresas de nuestro medio. Creo que esa es la prueba de que se puede lograr. Esa es la impronta de una investigación que nace de la necesidad de dar respuestas concretas a personas concretas.

¿Cuáles son las particularidades que presenta este planteo?

La línea de investigación apunta a revisar las políticas y las prácticas que se llevan adelante en las escuelas de nivel primario y secundario de gestión estatal; es decir, si realmente son inclusivas, y cuáles serían los puntos más débiles y más fuertes al respecto, para plantear propuestas de mejora. En este sentido, se hacen estudios de casos concretos, escuelas concretas en Córdoba y en el país para visualizar qué ocurre en ellas, y también hacemos un estudio más cuantitativo, cruzando los datos de todas las escuelas indagadas, para tener una visión más general. La hipótesis que manejamos es que todavía existen muchas barreras en las escuelas que obstaculizan el desarrollo de políticas, culturas y prácticas inclusivas, que impiden hacer efectivo el derecho a la inclusión equitativa y de calidad.

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¿Cómo realizan esta investigación?

Fundamentalmente, indagamos en las escuelas que aceptan que podamos entrevistar a docentes, directivos, familias, profesionales, y cotejamos con las voces de estudiantes respecto a esta temática, para eso, aplicamos un cuestionario validado internacionalmente que es el Índice de Inclusión de Booth y Ainscow (2015). También se realizan observaciones de los proyectos institucionales en el aula y la escuela, que permitan entrecruzar miradas, entre lo que se dice y lo que se hace, desde distintas opiniones y perspectivas.

¿Es amplia la brecha entre teoría y práctica?

En general, podemos decir que hay una gran brecha entre lo que debería hacerse y lo que se hace, pero también hay una distancia más preocupante que es entre lo que dicen que hacen y lo que realmente hacen, tanto a nivel macro como micro educativo. Es decir, encontramos acciones de gobierno que dicen posicionarse en políticas inclusivas pero que conducen a prácticas segregadoras (por ejemplo, seguir apoyando la enseñanza en escuelas segregadas), como también es usual encontrar escuelas que se enuncian como inclusivas y en la práctica no lo son.

¿De qué manera este proyecto contribuye o repercute a nuestra sociedad?

Hoy tenemos muchos docentes y profesionales preocupados porque deben enseñar a la diversidad de estudiantes, con o sin discapacidad, con recursos y capacitación insuficientes. Esta preocupación también es de las familias de los y las estudiantes, y de las propias personas con discapacidad.

Nuestra investigación brinda un marco de referencia para el desarrollo de políticas inclusivas en los proyectos institucionales de las escuelas. La intención es que la enseñanza se pueda planear desde una perspectiva de culturas y prácticas inclusivas.

La línea de investigación pretende impactar en la mejora de la inclusión de personas con discapacidad en lo educativo y social, tanto desde las propuestas de intervención concretas en las escuelas y en las aulas, como a través de las acciones de formación y proyección social.

Esperamos, además, que puedan tener una contribución e incidencia en el sistema educativo, en la sociedad en general, que favorezca algún avance hacia comunidades más justas, solidarias, respetuosas de la diversidad, sobre la base de una formación humana inclusiva, equitativa y de calidad.

¿Cómo influye el contexto universitario en esta investigación?

Hay una fuerte participación de estudiantes y egresados de nuestra Especialización en Inclusión de Personas con discapacidad, y nuestros resultados se ligan en la formación de grado. En este sentido, la formación universitaria se fortalece porque no solo analizamos teorías, sino que indagamos sobre prácticas, para poder intervenir hacia su mejora. Esto es en beneficio de las personas con discapacidad, pero también de la comunidad educativa y social en general. Nuestra universidad apunta a una formación en Ciencia Conciencia y Compromiso, y a través de nuestra investigación pretendemos aportar a la capacitación de docentes y profesionales de grado y posgrado en educación inclusiva, con la clara conciencia de los cambios necesarios a promover, de las necesidades del medio a responder, con conocimientos sólidos y actualizados, y con sentido ético en la solución de problemas.

INCLUSIÓN EDUCATIVA DE PERSONAS CON DISCAPACIDAD: POLÍTICAS Y PRÁCTICAS

Coordinación:

Directora: Dra. María Eugenia Yadarola

Investigadoras Esp. María Inés Fernández Valdés y Esp. Aida Manitta

Colaboradores: